A continuación algunas de las frases sobresalientes en relación a la importancia de la cultivación de la energía sexual del libro La Incógnita del Hombre del Dr. Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina 1912.
Las glándulas sexuales no impulsan solamente el gesto que, en la vida primitiva, perpetuaba la especie. Intensifican también nuestras actividades fisiológicas, mentales y espirituales. Entre los eunucos, jamás ha habido grandes filósofos, grandes sabios, o siquiera grandes criminales.
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Supongamos que las sustancias derramadas en la sangre por los testículos sean azules: el cuerpo entero del macho sería azul. Los testículos estarían coloreados de manera más intensa, pero su tinte específico se extendería en todos los tejidos y en todos los órganos, aun en los cartílagos de las extremidades de los huesos.
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De todas las glándulas, el testículo posee la influencia mayor sobre la fuerza y la calidad del espíritu. Los grandes poetas, los artistas de genio, los santos, lo mismo que los conquistadores, son por lo general fuertemente sexuales. La supresión de las glándulas sexuales, aún en el individuo adulto, produce modificaciones en su estado mental.
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